Día libre

Ahora que soy una pequeña asalariada, poco tiempo me queda para pasar por este mi querido cuchitril virtual. En algo màs de un mes, mi vida de rúral ancuditana, semi dueña de casa, tesista cesante y afligida, aburrida y despreocupada se transformó, no digamos mucho, pero tuvo una modificación. Es raro cambiarse de ciudad, aunque no sea tan lejos, y màs encima tener que estar al tanto de lo que pasa en ella día a día. A la vez, es entretenido y estresante. Sobre todo cuando mi editor me llama a cada rato con una lluvia de ideas nuevas para el noticiero (já).

Pero estoy con fe en que esto me servirá para aprender bastante.

Lo único malo es que tengo un tiempo muy reducido para vivir, já...y más que nada para estudiar y repasar la famosa tesis, que ya va en la última patita. Por fin. Echo de menos pasar a hueviar más seguido por aquí, o por allá...no soy tan fanática de facebook, así que puedo decirte tranquilamente y sin culpa que no es por ese motivo que te he olvidado. Pero como hoy es el único día libre de la semana que he tenido, aproveché para hacer algo útil y desperdiciar el tiempo. Estoy sola en la pensión, Rodrigo y su familia andan en Ancud celebrando a las cármenes. Yo preferí quedarme con mi soledad, para reflexionar un poco...afuera llueve caleta, y me gusta este barrio. Se parece a la Inés de Bazán, es tranquilo y en general Castro me agrada. A pesar de que la gente no es tan buena onda como en Ancud. Los castreños me da la impresión que son más distantes y fríos, pero no los pesco.

Anoche estuve compartiendo junto a mis colegas radiales estrellamarinos...hoy dormí hasta tade y mañana es el penúltimo día de la semana...tal vez junte dinero y me compre una cámara fotográfica. No pensaba ir este fin de semana a mi casa, pero ahora estoy con la duda...tengo la mente llena de cosas, y eso me encanta. Mañana será un día noticioso. Eso espero!

Tal vez esto se convierta en un diario de crónicas de una periodista sureña ...sería divertido...